miércoles, 10 de abril de 2019

Una doble sorpresa

Hace ya varios cursos Isabel, la profe de educación física, trajo un esqueje de lila para plantar en el colegio. Buscamos un buen lugar y decidimos ponerlo en el macetero que hay en el patio pequeño de primaria.
La verdad es que no nos ha dado mucho trabajo, poco a poco creció, su tronco engordó y se convirtió en un hermoso arbusto. Al llegar la primavera veíamos como salían las hojas y esperábamos el momento de poder disfrutar de sus bonitas y olorosas flores. Pero la primavera pasaba y las flores no hacían acto de presencia. "El curso que viene será", pensábamos, pero llegaba y todo se volvía a repetir: las flores seguían sin aparecer.
El caso es que ya habíamos perdido toda esperanza, incluso estábamos pensando en intentar hacer un injerto.
Pero, como si pudiera leer nuestros pensamientos, esta primavera de repente y sin avisar han aparecido las flores, ¡por fin!Y no solo eso, además nos ha dado otra gran sorpresa ¡sus flores no son lilas, son blancas!
Ha merecido la pena tener paciencia y esperamos poder disfrutar de nuestra planta de lilas blancas durante muchas primaveras, y, quién sabe, tal vez con el tiempo nos dé otras agradables sorpresas.